@edgarchile
Galería de arte de pensamientos y cuentos breves.
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lunes, octubre 10, 2016
Extraños monumentos
El desierto está repleto de extraños monumentos. Este quiere decir, que al mundo le hace falta más equilibrio. #sanpedrodeatacama
viernes, julio 31, 2015
Laberinto
En este laberinto, quien dibuja el mapa correcto prefiere no salir de él.
Con el mapa equivocado, desesperadamente se busca una salida.
@edgarchile
sábado, abril 25, 2015
Lo que nos pertenece
Las personas se quejan de vivir endeudadas, pero esto va mucho más allá. Todo lo que tenemos es una deuda, empezando por nuestros átomos que son un préstamo que tarde o temprano tendremos que devolver.
El aire que entra a nuestros pulmones se debe devolver, al igual que el agua y toda la materia que nos dio una determinada forma.
Lo único que realmente nos pertenece son las obras que hacemos, las cosas que entregamos, aquello que decimos o compartimos, porque es justamente eso lo que nadie nos puede quitar, sigue siendo nuestro mas allá de la muerte.
Nuestro patrimonio es el conjunto de cosas que entregamos en este mundo. Aprendí esto visitando la casa de un poeta que murió hace muchos años, su casa obviamente ya no le pertenecía, todas sus cosas habían cambiado de manos, todo salvo sus obras. Esas siguen siendo suyas y lo seguirán siendo por siempre.
Al fin de cuentas no somos el filamento de la ampolleta sino su luz. Luz capaz de escapar de la curvatura de la tierra, como un torrente volcánico precipitado a las alturas de lo eterno.
@edgarchile
domingo, abril 05, 2015
Llegó el momento más sublime del día, el de cosechar sonidos.
Esas notas que esperaron siglos enterradas en las nubes, por sobre nuestras cabezas inconscientes, ya crecieron. Y ahora maduras aguardan en lo alto, esperando ser cosechadas.
Notas preservadas en praderas blancas congeladas en alturas inalcanzables, sobre nuestras mentes inconscientes, sobre nuestros corroídos corazones, sobre nuestros sombreros color tierra, sobre nuestras imperfecciones, sobre el miedo que oscurece los océanos, sobre las sombras acantiladas que fermentan civilizaciones desprovistas de abrazos.
El cielo es un huerto de notas maduras,
quiero arrancarlas de raíz, arrebatarlas de ese suelo y dejar cicatrices en las nubes, visibles a otros mundos.
La música comienza con el sonido de raices que se cortan.
Quiero ser autor de geometrías insensatas.
Quiero descansar en fardos de notas.
Quiero cosechar sonidos.
@edgarchile
domingo, octubre 19, 2014
Remitente
La belleza es siempre un mensaje.
Hay una firma misteriosa en todo lo que sorprende, paraliza y detiene.
El mundo está lleno de autógrafos diminutos.
La perfección es una firma.
Una costura presente en todo lo creado.
El azar es incapaz de crear dados.
Toda flor tiene un remitente.
Como un ente poseido desde adentro,
desde el infernal ruido de sus propias palabras,
el hombre queda ciego ante lo simple,
como quien olvida su lengua materna.
Como quien no entiende el lenguaje de los peces,
escorpiones, lagartos y dromedarios,
que se entienden con señas oculares,
desechando los alfabetos delimitadores.
Porque nuestra verdadera lengua no tiene palabras,
y es común a la de todos los animales, que observan y dan gracias al mismo tiempo.
Algo que simplemente emana de los ojos.
Sin necesidad de controlar ni comprender.
No obstante, ante tanto ruido prefiero agradecer.
Siendo humilde me hago interminable,
no se ponerle un límite a una gota que decide abrazar un océano.
Toda piedra oculta una costura.
Toda mañana oculta una receta.
Cada mirada contiene un naufragio.
Cada montaña es una bóveda que no necesitamos abrir.
No desconozco la ternura que hay en cada átomo, que oculta su felicidad indivisible.
Las iguanas engendran acertijos,
Los lagos hermosos dinosaurios,
Las galaxias son entes sexuales coloreados por gaviotas.
Toda flor tiene un remitente.
E. Bergy
sábado, agosto 23, 2014
Tu Canción le Pertenecía a un Árbol.
La ocultaba y adoraba como un pequeño tesoro, como una perla que lentamente fue moldeando a través de los muchos inviernos y los muchos otoños. Era su única posesión material. La masticaba en su interior como si fuese un chicle destinado a desparramar sabores a través de su venas de árbol.
La tarareaba despacio, llenando de vibraciones la tierra firme de los insectos, vibraciones que poblaron sus laberintos de madera enraizada y lograron hacer que las hojas sintiesen más de cerca la amenaza del precipicio. Algunos pájaros tuvieron que callarse y llevarse a otros árboles sus pequeñas partituras.
Hubo multiplicaciones escondidas, hubo el contagio de un génesis, hubo un baño de clorofila. Y la canción se llenó de sabiduría, averiguó lo que se piensa de la lluvia siendo un árbol, lo que se piensa de las nubes siendo un árbol, de lo que significa disfrutar de un desayuno de luz y lo que significa la escasez de la miel del sol en el invierno.
Conoció el significado de que una enredadera te succione la sangre y de la maldición de tener un pájaro carpintero en una oreja. Supo lo que es tener que defenderse de los huracanes, dando latigazos al vacío como maestro de orquesta asustado.
La cantaba siempre, hasta que un día un hacha silenció a este pobre árbol.
(Sucede que el testamento de un árbol nunca queda en sus anillos, sólo se hace presente en el sonido de una guitarra.)
Eso que tarareas, que trepa a través de tus manos y fluye a través de tu garganta, no es un invento tuyo, -¡más respeto!-, le pertenecía a un árbol.
E. Bergy
@edgarchile
jueves, abril 03, 2014
martes, marzo 11, 2014
Consumismo
Cuando se compra una "cosa", en realidad se estan comprando las emociones que produce esa "cosa".
El consumismo nace de la ignorancia de que las emociones son gratuitas.
@edgarchile
domingo, febrero 02, 2014
Milagros poéticos
-...que ¿Qué milagros haría?
Buscaría la fórmula para hacer que los frutos de los árboles dieran sombra.
Construiría con mucha paciencia una llave maestra para abrir 7.000 millones de jaulas.
Gritaría una palabra ambigua, parecida a cada nombre, para que mil cabezas se den vuelta.
Levantaría ciudades a partir de los trazos que se perdieron en el diseño de un beso.
Finalmente, haría que la poesía fuese algo tan habitual, como para que dejen de ser llamados poetas quienes la utilizan.
@edgarchile
domingo, diciembre 22, 2013
Poema a una mujer inquieta.
No te muevas.
Quédate como estás que pareces algo que no existe.
Un mundo prohibido tras el marco de una puerta.
El descuido de un mago,
un cajón lleno de estrellas.
Algo que espera algo en la suavidad de las rocas,
como silencio de sirena.
Algo que espera el bombardeo de unas rosas.
El secreto de un árbol.
La excepción a las reglas.
Algo que escapa a la paciencia de un retrato,
como el recuerdo de un cometa,
que alguna vez habré cazado.
Porque todo lo que puebla este mundo ya lo he visto.
Porque todo lo que puebla este mundo ya lo he visto.
Y en la eterna rutina de un girasol anudado,
me bastaba encontrar un destello distinto.
@edgarchile
domingo, diciembre 08, 2013
sábado, diciembre 07, 2013
Fotografiando Valparaíso
Valparaíso quiso ser un castillo de arena pero alguien lo llenó de cemento sin preguntarle. Bajo sus capas de pintura hay afiches con poemas enmudecidos.
En algún minuto fue el centro del universo, cuando los relojes aún le pertenecian a las paredes. Eran los tiempos del telégrafo, tranvías y luces a gas. De navegantes de corredores con preguntas de laberinto.
Sus boyas amarraron siete mares, mientras alguien se tomaba un café contando lingotes de salitre, siendo acompañado por el murmullo de otros idiomas, provenientes de apellidos extranjeros que se quedaron para siempre. Caminando por sus cerros se que hoy es muy distinto, Valparaíso es hermoso, pero hay que saber mirarlo. ¿Qué será de esas casas que nunca tuvieron visitantes a pesar de salir en un millón de fotos?, como capas de pintura, la suma de muchas noches se superpusieron en sus paredes, las que hoy se deshojan lentamente, entre sombras de turistas y de cables.
Qué será de las guitarras que se quedaron detenidas en un mirador, y del crujido nocturo de maderas, que esconden arañas que jamás han sido vistas.
Qué
será de sus historias, imposibles de recoger porque fueron tantas.
Historias de luna, de mujeres y de barcos, de peleas y canciones
recopiladas en vinilos. Historias que ruedan en pendientes
irrespetuosas, como monedas acuñadas en puertos de otras partes del
mundo.
Se que parte de mi sangre proviene de aquí, por herencia o vida pasada.
Heredé
la paciencia del que navega, del que aprendió a pasar el tiempo leyendo
las olas, leyendo las nubes y vuelos de gaviotas, leyendo aquello que
para otros es despreciablemente lento y monótono.
Heredé
algo de la esencia de los cerros, que ante el maltrato del cambio
permanente, son siempre tercos en sus profundidades; y el amor por la
luna, ese que se disputan los mares, los puertos y los lobos
hambrientos.
Heredé muchas cosas, pero no se si heredé el valor de quien dio su vida por el resto en un naufragio.
@edgarchile
domingo, noviembre 24, 2013
sábado, noviembre 16, 2013
jueves, octubre 31, 2013
Cactus
El cactus es un animal que teme ser abrazado, por lo que se esconde bajo una frazada de espinas. Suele refugiarse en los desiertos, desplazándose únicamente de noche, cuando nadie lo ve.
Alguna vez conoció el calor de los abrazos, el desenredo de un peine y el brote incondicional del agua potable; pero decidió dejar todo eso, con tal de salir a buscar algo nuevo.
Un cactus se alimenta del silencio de la luna, ama la noche sin interferencias. Camina mas allá de los caminos, hasta que cesan los murmullos y las luces de faroles.
Se adentra tanto en lo desconocido, que llega a sitios prohibidos y mágicos, esos que eligen las galaxias para desnudarse completamente, como mujeres en oasis desolados. Todo para transformarse en un observatorio astronómico carente de espejos, donde se confiesan las rocas de civilizaciones lejanas, y atentamente, sin ninguna prisa, contempla cada destello luminoso, cada hebra que formó parte de la gran historia del cosmos. A eso dedica su vida.
Por desgracia, los cactus son depredados por momias alcohólicas, que beben del néctar que se almacena en el interior de sus estómagos. Un elixir que lentamente, sin saberlo, noche tras noche, es fermentado por la luna.
@Edgarchile
jueves, octubre 24, 2013
El lenguaje de los inmortales.
El intelecto es el lenguaje de los seres mortales. La racionalidad, no es otra cosa que nuestra defensa ante la muerte.
La angustia que nos provoca la obligación de sobrevivir día tras día, es lo que da origen al pensamiento lógico, que es una máquina ruidosa que pareciera funcionar sin detenerse, protegiéndonos de toda clase de peligros.
Las sumas y restas, son sólo herramientas de supervivencia. Recursos obligatorios, que nos mecanizan y distraen, pero que envolvemos en un disfraz glamoroso.
Siendo mortales, nos perdemos el verdadero lenguaje, porque la lógica sólo nos aleja de la realidad.
Pero el gran secreto de este mundo es que en realidad somos inmortales.
Y la poesía surge cuando nos concedemos la imortalidad por unos momentos.
@edgarchile
viernes, octubre 18, 2013
Cantar y Volar Es Lo Mismo
Estoy convencido que en las capas más profundas del inconciente, la música actúa como solución al deseo frustrado del hombre de querer volar, porque ese fue a través de los milenios el gran complejo de la especie dominante: Su inferioridad ante los pájaros.
Las aves fueron las compañeras inalcanzables del hombre, mientras este a duras penas lograba despegar del lodo a golpetazos de herraduras. No hay nada que deshacer en su ortografía, volar es no tener problemas, es poder mezclarse con el cielo saltándose los trámites terrestres.
El hombre quiso tener alas, nacimiento tras nacimiento, civilización tras civilización. Pidió ayuda a ángeles, pintó muros, creó mitos y leyendas, y finalmente se volvió loco. La música se transformó en su bálsamo, en su ritual de sanación.
¿Qué cosa es un cantante sino un pájaro? Un sonido que se sostiene a voluntad no es otra cosa que el acto de dominar el cielo.
Cantar y volar es lo mismo. De eso estoy convencido.
@Edgarchile
Las aves fueron las compañeras inalcanzables del hombre, mientras este a duras penas lograba despegar del lodo a golpetazos de herraduras. No hay nada que deshacer en su ortografía, volar es no tener problemas, es poder mezclarse con el cielo saltándose los trámites terrestres.
El hombre quiso tener alas, nacimiento tras nacimiento, civilización tras civilización. Pidió ayuda a ángeles, pintó muros, creó mitos y leyendas, y finalmente se volvió loco. La música se transformó en su bálsamo, en su ritual de sanación.
¿Qué cosa es un cantante sino un pájaro? Un sonido que se sostiene a voluntad no es otra cosa que el acto de dominar el cielo.
Cantar y volar es lo mismo. De eso estoy convencido.
@Edgarchile
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